A propósito de "Las pictografías y los petroglifos del departamento de Lima" del Dr. Pedro Eduardo Villar Córdova. Comentario
DOI:
https://doi.org/10.70748/ba.6.2010.147Resumen
Entre las primeras generaciones de profesionales que llamaron la atención sobre las diferentes formas de arte rupestre en el Perú destacan de manera especial el Dr. Javier Pulgar Vidal, por introducir la toponimia como metodología para el descubrimiento y ubicación de estas manifestaciones culturales (1959-60), e investigadores como el Dr. Augusto Cardich, el Dr. Jorge C. Muelle y el Dr. Toribio Mejía Xesspe para los casos de Lauricocha (1964), Toquepala (1969) y Cerro Calvario (1968) respectivamente, quienes introdujeron los criterios de estilo para diferenciar culturas y fases dentro de la perspectiva histórica del arte rupestre, creando de esta manera un primer ordenamiento secuencial de esta evidencia. A ello debe agregarse los aportes del Dr. Eloy Linares Málaga, quien introduce cuatro categorías de diferenciación del arte rupestre (1973), añadiendo con ello la solidez científi ca en los estudios de las quilcas en el Perú.